Para Claudia
Hola Claudia, ¿cómo estás?
Hace mucho tiempo que no sé nada de ti. Sé que no te has ido porque te presiento en cada paso que doy, y créeme si te digo que no te olvido. Ha vuelto el frío y la otra noche había algo de niebla, con lo que las luces naranjas de la ciudad eran más espesas, y no pude evitar preguntarme qué estarías pensando de verlas así otra vez. Supongo que te traerían recuerdos...
Yo estoy bien. La verdad es que este año está siendo increíble. Me cuesta creer que hace menos de un año fuéramos inseparables y que, todavía no sé muy bien cómo, ahora apenas nos veamos. No es que te eche de menos, pero no me malinterpretes, eres parte de mí y te estoy tremendamente agradecida por haberme dejado ver el mundo con tus ojos. Caminar en tus zapatos fue pesado; llorar contigo fue la manera más dura de conocer esa parte oscura del corazón, ese agujero negro del que la gente reniega por miedo o vergüenza. Nunca me he sentido tan orgullosa de haber pasado por ello.
Dime, Claudia, ¿sigu…
Hace mucho tiempo que no sé nada de ti. Sé que no te has ido porque te presiento en cada paso que doy, y créeme si te digo que no te olvido. Ha vuelto el frío y la otra noche había algo de niebla, con lo que las luces naranjas de la ciudad eran más espesas, y no pude evitar preguntarme qué estarías pensando de verlas así otra vez. Supongo que te traerían recuerdos...
Yo estoy bien. La verdad es que este año está siendo increíble. Me cuesta creer que hace menos de un año fuéramos inseparables y que, todavía no sé muy bien cómo, ahora apenas nos veamos. No es que te eche de menos, pero no me malinterpretes, eres parte de mí y te estoy tremendamente agradecida por haberme dejado ver el mundo con tus ojos. Caminar en tus zapatos fue pesado; llorar contigo fue la manera más dura de conocer esa parte oscura del corazón, ese agujero negro del que la gente reniega por miedo o vergüenza. Nunca me he sentido tan orgullosa de haber pasado por ello.
Dime, Claudia, ¿sigu…