jueves, 9 de junio de 2011

Caparazón de escarabajo

Hoy Claudia ha salido a la calle con el corazón en un puño y un nudo en el estómago.

No tiene razones realmente objetivas para sentirse de ese modo. Su vida fluye en el día a día con pequeños detalles favorables y desfavorables, como el resto de vidas. La suya no es una excepción. Pero a veces no puede evitar sentir pánico. No es pánico en el sentido literal de la palabra; no al menos como lo definen los libros de psicología y psiquiatría. En la escala interna de Claudia, a pesar de todo, ella define esa sensación como pánico.

Lleva ya tiempo intentando encontrar una lógica al hecho de que, de vez en cuando, sienta unos deseos difícilmente reprimibles de salir corriendo del metro. O que se imagine a sí misma disparando a ese maldito pájaro que se pone a chillar cerca de su ventana durante las noches de primavera. Lo que más la confunde es que esos deseos no persisten en el tiempo; a veces no le importa viajar en un vagón abarrotado de gente, y otras veces ni siquiera se entera del agudo piar del pájaro. Y ese vaivén de sensaciones es agotador.

Hoy Claudia no se fía de la gente. No cree en las sonrisas ni en los comentarios agradables. Cualquier gesto educado puede esconder una pesada broma; cualquier silencio puede esconder estúpidos secretos que nadie le quiere contar. Por eso, como otras tantas veces, Claudia saca brillo a su caparazón de escarabajo que, aunque pesado, le ayuda a alejarse emocionalmente de las fuentes de su dolor. Entonces Claudia mira y calla, se concentra en su mundo y escucha, sonríe con falsedad y, poco a poco, se aleja de todo lo que le rodea.

Hoy Claudia ha salido a la calle con ganas de esconderse bajo la cama, sintiéndose estúpida y avergonzada, maldiciéndose por su extrema ingenuidad, deseando que esas emociones se marchen con la lluvia que, pese a los grises nubarrones, no acaba de llegar.

Porque una vez más Claudia se ha permitido el lujo de que le hagan daño.

4 comentarios:

  1. Entiendo a Claudia en modo "piensa mal y acertarás". Porque la mayoría de las veces aciertas, pero hay veces que hay que arriesgar y salir del caparazón, aunque alguna vez (o muchas) te hagan daño, hay otras que aciertas y valen mucho la pena!!
    Tambien entiendo a Claudia en su deseo de disparar al pájaro. A veces tengo situaciones en las que entiendo a los asesinos en serie y me imagino ser uno de ellos!! o_O

    Te ha quedado un relato.....Sugoi! ;-)

    Un beso y dulces sueños!!

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  2. Gracias Gybby! Todos tenemos un lado psicópata que se agudiza en determinadas situaciones XDD
    Por cierto, me apunto a lo de la Tierra Media, ya me avisas :P
    Dulces sueños!!

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  3. Claudia está jodida, como todos los que tenemos que ir con dos caras por el mundo: la mala y la peor. Kafka se te avanzó en esta idea, aunque los estudiosos dicen que fue por una mala relacción con su padre, pero yo apoyo más tu teoría, estaba hasta los cullons de dar y tomar, de ser bipolar hasta en los sueños. Buen texto.
    Petons.

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  4. Gracias Gatto Nero, efectivamente Claudia tiene que cargar con todas las frustraciones de los que estaban antes que ella, y probablemente pasará esas frustraciones a la siguiente generación. "ser bipolar hasta en los sueños", me ha gustado eso. Dulces sueños,

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