"Aguerridos aventureros: Estáis a punto de dar un paso muy importante en esta historia. El suelo que ahora pisáis es el acceso al inframundo, a vuestras más aterradoras pesadillas. La puerta que tenéis delante quizás, y sólo quizás, sea vuestra redención. No os equivoquéis al llamar, o caeréis al más horrible de los infiernos. Quedáis advertidos".
Los avisó. Los avisó con la mejor de las intenciones, pero ellos no hicieron caso. Despreocupados y entre risas, llamaron. Y se equivocaron, una y otra vez. Por eso ahora, en una soleada tarde de un viernes cualquiera, dos cuerpos inertes yacen cubiertos de sangre sobre el asfalto. La gente lo mira horrorizada, y él ríe y ríe mientras se oyen las sirenas a lo lejos y el viento se lleva el folio de su aviso...
Pisadas que el tiempo y la lluvia barrerán
y pisotones que quedarán marcados con fuego para que jamás olvidemos.
lunes, 27 de febrero de 2012
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